Gracias a la
insistencia e iniciativa de
Fer por fin disfrutamos del
increíble archipiélago de la zona de
Turku que tiene más de mil islas. A pesar de estar aquí al lado llegar fue una aventura, incluyendo dos buses, taxi,
ferry-
boat, taxi-
boat y caminata.
Fer, que era el único que sabía más o menos como llegar, se quedó dormido y tuvimos que salir sin él. Todo esto arrastrando a 19 personas, 16 españoles, de resaca. De ellos había 6 españoles(4 malagueños!!!!) que
están de
erasmus en
Dinamarca y estaban con
Desi de paso por
Turku, una gente
increíble, les mando un saludo desde aquí. Pues eso, que pasamos el sábado y el domingo pescando en barca, caminando por la isla y, por supuesto, haciendo un poco de fiesta. Mención especial a
Jeremi, un vecino francés, químico, que se vino con nosotros y se trajo dos litros y medio de
ethanol 99% que dieron para una noche
divertida.
Este viaje sigue la dinámica de los últimos días de la
erasmus, intensidad pura y dura. Ayer llegamos del
cottage, esta noche despedida de algunos que se van en unos días porque mañana nos vamos a Polonia pasando por
Praga, de vuelta a
Turku el día 4, el 5 a
Tampere porque el 6 temprano cojo el vuelo a España. A todo esto entre hoy y mañana tengo que arreglar los papeles de la partida, hacer la maleta y vaciar mi cuarto de todas las cosas acumulada durante este año ya que tengo que entregar la llave a la oficina de alojamiento.
A pesar de tanta actividad, en los momentos de calma no puedo evitar los bajones al pensar en lo que queda atrás, en que esto se acaba de verdad y para siempre. Por diversas razones estos días
están siendo muy especiales para mi y eso lo hace aún más duro. Me consuela que vuelvo a casa, con mi familia, mis amigos, la feria de
Marbella, la playa, el verano... pero estas cosas no ocultan la verdad, no quitan el adiós definitivo a esta
second life que nos hemos montado aquí. Aunque intentaré encontrar un hueco, posiblemente el siguiente post lo escriba desde España... aún no me lo creo.
